Un día, una pequeña mariposa revoloteó a mi alrededor.
Y me pregunté a mi misma "¿dónde has estado, pequeña mariposa?"
"Llegaste a éste mundo en forma de capullo y por ti misma, te convertiste
en ésta hermosa mariposa que vuela para ver el mundo.
Quizás de lo que no te das cuenta, pequeña mariposa, es que a medida que aleteas
durante tu vida tocas de una manera apacible, suave y maravillosa a todos
a los que tienes a tu alrededor y que te acompañan a lo largo de tu camino ...
No te das cuenta de la magia y el asombro que se crea a tu alrededor."
Entonces, ella batió sus alas hacia mí . como si se estuviera despidiendo
y se dirigió hacia el horizonte.
Se la veía tranquila y contenta prosiguiendo su camino, como si dijera:
"No te preocupes, voy a estar bien".
Yo estaba triste de ver que se iba, porque había tocado mi corazón de tal manera
que sabía que mi vida nunca volvería a ser la misma.
Había dejado una huella imborrable de toda su belleza.
Sabía que cada vez que volviera a observar a otra mariposa,
me haría recordar nuestro momento, aquel instante en el que éramos sólo ella y yo.
Supe que sería una mejor persona porque ésta pequeña mariposa
revoloteó a mi alrededor.